dimecres, 15 de febrer del 2017

El estilo de vida italiano y el arte de hacer pan

Para llegar a nuestro segundo proyecto en Italia, tuvimos que desviarnos de nuestro EuroVelo 8 para dirigirnos al centro de Italia, a la región de Marche, entre el Adriático y los Apeninos. Ahí pasamos 3 semanas con Sara y Mauro, y sus dos hijos Tiago y Gaia. Las tareas que teníamos que realizar en casa de Sara y Mauro consistían en, por un lado, recuperar y almacenar las piedras de una cabaña derrumbada, y por otro, dar clases de alemán y francés a los niños. A causa del mal tiempo pasamos más tiempo de lo previsto en el interior de la casa ayudando en la cocina y en las tareas domésticas.

Invierno en Italia
Pero gracias a ello aprendimos mucho sobre la cocina y la cultura italiana. Sara hace una mermelada fantástica, su propio pan y prepara numerosos platos italianos. Así aprendimos, por ejemplo, que la salsa boloñesa mundialmente conocida, en realidad se llama ragú en Italia. 

Particularmente interesante fue el arte de hacer pan. Todos hemos podido comprobar que el pan que compramos hoy en día en supermercados e incluso en panaderías no dura más que un o dos días fresco. Es por esta razón que Sara decidió, hace un par de años, hacer su propio pan. Nos enseñó paso por paso como prepara la masa y el rol que las bacterias juegan en ella. “El secreto está en el tiempo de reposo de la masa”, nos explicó Sara. Éste tiene que durar varios días antes de cocer el pan en el horno. Precisamente antes de cocerlo, Sara saca una cucharada de la masa para reservarla en un pote. Durante los 3 días siguientes, le añadirá agua tibia y harina. “Se trata de alimentar a las bacterias “, nos dice Sara, ya que las bacterias presentes en la masa utilizan estos ingredientes para reproducirse aumentando así el tamaño de la masa. Y no solo esto. Las bacterias ayudan también a descomponer el gluten que contiene la harina y, por lo tanto, cuando más largo sea el tiempo de reposo, más fácil será su digestión. 

“Ahí reside el problema de nuestra sociedad”, opina Sara. Apenas quedan panaderos que hagan su propio pan, y todo tiene que ir muy deprisa. Tan deprisa que el pan industrial no tiene tiempo de reposo. ¡Y un pan estresado no sabe a nada! Crece con la ayuda de levadura química, contiene menos bacterias beneficiosas para el organismo y, en consecuencia, más gluten que provoca problemas de digestión. No es ninguna sorpresa que cada vez más personas desarrollen una intolerancia al gluten.

Excursión con Sara y Mauro
A Sara le gustaría producir más productos ella misma. Pero para ello hace falta tiempo, y no es fácil encontrarlo cuando tiene que organizar a una familia de cuatro miembros. La escuela de los niños y la universidad donde trabaja Mauro como geólogo están a 30 km de su casa. Además, todos los miembros de la familia son muy activos y no pasa un solo día sin que uno de ellos no tenga que ir de vuelta a la ciudad para participar en alguna actividad extraescolar, como por ejemplo acudir a los encuentros del grupo de scouts, practicar algún deporte o aprender a tocar un instrumento. Pero la tranquilidad y el aire fresco del campo lo compensa.

Sorprendente fue el terremoto y sus tres réplicas que se produjeron durante nuestra estancia, la más fuerte de una intensidad de 5,5 en la escala de Richter. Nosotros nunca habíamos vivido este fenómeno y fue impresionante sentir como se movían las paredes. Para la familia no fue ninguna novedad ya que su casa se encuentra en una zona de alto riesgo sísmico. Más tarde Mauro nos contaría que cuando hicieron las obras de renovación, ya se tuvo en cuenta este aspecto en el cálculo del hormigón armado. Así que no tuvimos que lamentar ningún daño ni físico ni material.

Después de esta experiencia el frío nos parece un mal menor y pedaleamos alegremente dirección Eslovenia.

1 comentari:

  1. Que bé tenir notícies vostres! Esteu fent grans coneixements i experiències i, a més, deveu fer molts amics. Que seguíu passant-ho molt be.
    Besos desde St. Cugat

    ResponElimina